sábado, 29 de diciembre de 2007
Año nuevo, semillas nuevas
Lo bueno de que mi hijo esté en Argentina es que me podrá mandar semillas de plantas nuevas desconocidas. Por lo pronto de Caldén. Un gran árbol del mismo género que el algarrobo que creo no tendrá problemas aquí. Un árbol del que desconocía su existencia hasta ahora. Es un endemismo argentino. Por lo visto es un emblema de La Pampa, ocupando grandes superficies de terreno, "el caldenal", creciendo asociado a otros árboles, sobre todo a otra especie de algarrobo pero siempre éstos de forma secundaria. El caldenal debe ser algo sí como el equivalente a la dehesa de encinas del oeste español. El porte del caldén es además similar al de la encina.
domingo, 16 de diciembre de 2007
Un invierno más
Un invierno más para mis fushias, al abrigo de las bajas temperaturas, que este año se están prodigando de lo lindo. Rara es la noche que no rondamos los siete grados bajo cero. Me resistí lo que pude, y alguna ligera helada han soportado, y es que siempre me pasa lo mismo, cuando llegan los fríos muchas aún están en plena floración y me da mucha pena tener que meterlas a resguardo y no poder disfrutar de sus flores. Algunas ya las he podado y he cogido esquejes. En los próximos días estarán todas ya preparadas para el parón invernal. He optado por una poda semidrástica y supresión de todas las hojas. ¡Fuera plagas! Creo que es la mejor opción. Al inicio de la primavera un buen trasplante y como nuevas! De momento a reposar.
domingo, 2 de diciembre de 2007
Tapizando el suelo
Hace años me traje una mata de fresas silvestres de Asturias, y aquí están, tapizando una parte del suelo de mi jardín. Se han extendido como la espuma, y más que lo van a hacer a partir de ahora, porque visto el éxito las he trasplantado a otras zonas. Son muy útiles, pues evitan que nazcan malas hierbas, son decorativas, y encima se comen. Son deliciosas. Se deshacen en la boca y tienen un aroma inigualable. Huelen a fresas de verdad, no a las de Huelva. Este verano hasta hice mermelada con ellas, cuatro tarritos que ya han volado, claro.
martes, 27 de noviembre de 2007
Más allá de mi jardín
Esa imagen es justo lo que hay un poco más allá de mi jardín: encinas, mis vaquitas, y mis cerditos. Parece idílico visto desde la ciudad pero no lo es tanto. La vida en el campo es dura, aún gozando, como es mi caso, de todas las comodidades posibles, y de alguna más. No es que me queje, vivo aquí porque quiero, me gusta y no lo cambio por piso en la ciudad.
Se hace la vida al son que te marca el tiempo y la estación. Se duerme como un lirón porque no hay ruidos de ningún tipo, si acaso mis perros que ladran a alguna zorra que se cuela en el jardín. Nada de coches ni de borrachos cantando y tocando timbres. En verano me despierta la luz del amanecer que entra a raudales por mi ventana y en primavera, un herrerillo que tiene la costumbre, de buena mañana, de picotear el cristal. Pero es de noche cuando es más acusada la diferencia con la ciudad. En invierno, en cuanto se mete el sol, ya no sales de casa, así que a las siete de la tarde empieza una jornada laboral de varias horas de oficina. Sí, de oficina, porque en realidad los ganaderos somos medio oficinistas últimamente. Es el momento de poner orden en el montón de papeles. Y también de asomarme un poco al mundo a través del agujero negro de internet.
Se hace la vida al son que te marca el tiempo y la estación. Se duerme como un lirón porque no hay ruidos de ningún tipo, si acaso mis perros que ladran a alguna zorra que se cuela en el jardín. Nada de coches ni de borrachos cantando y tocando timbres. En verano me despierta la luz del amanecer que entra a raudales por mi ventana y en primavera, un herrerillo que tiene la costumbre, de buena mañana, de picotear el cristal. Pero es de noche cuando es más acusada la diferencia con la ciudad. En invierno, en cuanto se mete el sol, ya no sales de casa, así que a las siete de la tarde empieza una jornada laboral de varias horas de oficina. Sí, de oficina, porque en realidad los ganaderos somos medio oficinistas últimamente. Es el momento de poner orden en el montón de papeles. Y también de asomarme un poco al mundo a través del agujero negro de internet.
domingo, 25 de noviembre de 2007
Vuelta a las viejas lecturas
Tengo un montón de libros sobre jardinería, algunos tienen más de veinte años, la última adquisición, de hace un par de meses. Cada cierto tiempo vuelvo sobre alguno de ellos, cuando algo me ronda en la cabeza y no sé como empezar.A fin de cuentas casi todo lo que sé de jardinería y de plantas lo aprendí en ellos. En ellos y en su puesta en práctica. Recuerdo que el primero lo compré justo dos meses después de nacer mi hijo, de esto hace 24 años, porque su padre me trajo al hospital, en lugar del ramo de flores de rigor, una especie de caja-invernadero repleta de plantas desconocidas para mí - todo lo que no fuera un geraneo me era desconocido - y con las que no sabía como lidiar. Después de perder un par de ellas, el crecimiento espigado de otra y seguro que algún desastre más que no recuerdo, corrí a una librería y compré la Guía Práctica Ilustrada para El jardín en casa de la editorial Blume. Sigue siendo un magnífico libro para alguien que lo desconoce todo, como yo en aquel momento. Fue el nacimiento de una gran pasión, que ha crecido con los años, cambiante, con sus paréntesis obligados, y que se renueva a diario. El cultivo de las plantas representa para mí un mundo inmenso por descubrir, en el que todos los días aprendo cosas nuevas, con grandes sorpresas, retos y pequeños placeres. La jardinería pone a prueba muchos saberes, arte, técnica... y la paciencia. Una virtud sin la cual no hay jardinero que se precie. Paciencia para ver nacer y crecer las plantas y el jardín. Yo antes tenía poca, así que una vez me compré un libro que trataba sobre cómo conseguir en poco tiempo que un jardín pareciera estar en plena madurez. Los títulos de mis libros han ido al compás de mis apetencias o necesidades en cada momento. Cuando no podía tener más que tiestos, mis libros trataban sobre como conseguir un vergel a base de recipientes. Luego tuve un pequeño jardín en una casa alquilada y pasé a los libros como "Grandes trucos para pequeños jardines" y media docena más similares. Cuando me enfrenté a construir mi propio jardín fue la época de los libros ingleses sobre diseño de jardines. Pero Salamanca no se parece en nada a Inglaterra, por mucho que el estilo inglés me entusiasme, así que he buscado otras alternativas bibliófilas, las últimas las de Heidi Gildemeister, con buenas ideas, aunque esto no es Mallorca, pero lo importante es el cambio de mentalidad. Y siempre, a lo largo del tiempo, monografías sobre plantas determinadas, que ayudan a conocerlas mejor. En fin, todo un arsenal de información para ir bien preparada a la hora de coger el pico y la pala!
domingo, 23 de septiembre de 2007
El otoño que se avecina
El domingo pasado descargó una tormenta impresionante. Sólo cayó agua, pero de qué forma!. Todas las charcas de la finca se han llenado y ahora están a rebosar. Una semana después el campo se ha vuelto completamente verde y yo empiezo a pensar en los trabajos que se avecinan. Este otoño voy a ampliar el jardín, una vez más, aunque esta va a ser importante, por el tamaño. Por fin plantaré todos los árboles que tengo en tiestos, cuatro castaños, dos nogales, quince alcornoques, dos robles, un castaño de indias, dos arces, y un montón de arbustos. Todos nacidos de semillas.
A pesar de que cayó mucho agua ésta sólo ha profundizado entre diez y quince cm. El terreno estaba muy seco, con mucha tensión superficial y el agua corrió. La misma cantidad de agua, caída a lo largo de todo el día hubiera sido otra cosa. Pero así son las tormentas. Para comenzar los trabajos de limpieza del terreno y hacer agujeros habrá que esperar al agua de invernizo. Mientras tanto, cavilo, que no es poco.
Cambiando de tema, hoy he recojido los escaramujos del rosal silvestre que tengo en el jardín. Con los más maduros he preparado mermelada, y con el resto licor, para medio litro. Tendré que recojer en el campo otros tantos para, al menos, hacer un litro. Esta noche han quedado con el azúcar. Mañana compraré un buen brandy, y a macerar en él, allá por la navidad el licor estará listo.
La mermelada la guardaré en tarritos, porque es de tomar en pequeñas dosis, cuando alguno andemos flojo de vientre, que por algo al escaramujo le llaman "tapaculo".
Otros años por estas fechas ando atareada con la mermelada y el licor de moras. Y no es que no las haya, pero no son buenas, no ha calentado lo suficiente y ni están dulces ni sabrosas. Una pena, porque es la mermelada que más gusta en mi casa, y la única de bayas silvestres que toman sin recelos. Otro año será.
El patio de mi casa es particular
Y cuando llueve se moja como los demás! Aunque es más bonito que otros muchos, gracias al fresco porche que tiene. Orientado al nordeste, apenas si recibe sol, lo que hace que sea helador en invierno, pero en verano es el lugar ideal para mis fushias. Reciben un poco de sol por la mañana y sombra fresca el resto del día. Además está cubierto de hiedras y partenocisos, y cuando aprieta la calor, allá por Julio, -no este año, claro-, lo rocío con la manguera, llenándose el ambiente de humedad.
martes, 18 de septiembre de 2007
Pendientes de la reina o pequeñas bailarinas?
miércoles, 22 de agosto de 2007
A la vuelta de vacaciones
Una semana fuera de casa, una semana sin atender el jardín, y a la vuelta la sensación de haber faltado un mes.
Desde que he vuelto no hago más que regar, segar, y podar, sobre todo podar. Llevo varias carretillas de restos, que engrosarán el montón de compost, y lo que falta! Todos los años por estas fechas mi jardín necesita una buena mano de poda para poner un poco de orden y afrontar el crecimiento de Septiembre en forma. Con este tiempo, al que se puede calificar de todo menos de veraniego, los rosales se han adelantado y ya están dando flores de nuevo, llenos de capullos.
Mis fushias andan un poco despistadas con este tiempo. La mayoría están en plena floración, pero tengo cuatro variedades que aún no han dado una flor este año. En la semana de vacaciones quedaron al cuidado de mi hijo, y aunque ninguna ha perecido, algún día debió olvidar el riego, porque han perdido algunas hojas, y un par de ejemplares tienen araña roja. He cambiado de acaricida, el anterior ya no surtía efecto. Las he tratado con d-fenotrin, y de momento parece que funciona. Veremos cuanto tiempo tardan en hacerse resistentes.
martes, 31 de julio de 2007
domingo, 29 de julio de 2007
Y llegó la calor
Todo llega en esta vida, nada se queda para atrás. Así que llegó la calor, con más de un mes de retraso, pero llegó. Ya veremos lo que dura. Mi marido dice que tendremos agosto y septiembre de horno, pero lo mismo son dos días. Esta semana nos iremos unos días fuera, a cambiar de aires, a ver si se relaja uno, porque no salimos de apuros por todas partes. Tiemblo en dejar mi jardín, bueno el jardín no, que el goteo solucionó el problema de su riego; más bien tiemblo por las plantas que tengo en tiestos, porque aunque mi hijo se encargue de regarlas e intente hacerlo lo mejor posible, sus conocimientos de las necesidades de agua de cada planta dejan mucho que desear. El año pasado una gardenia pereció por escasez y una fushia casi, por exceso. Me tengo que plantear montar un sistema de riego por goteo para los tiestos, al menos para algunos. Así, el tiempo del riego lo puedo dedicar a la poda de las hiedras, que hay que ver lo que crecen. Cuando las plantas, se pasan dos o tres años que ni crecen ni abollecen, pero después, caramba! Tengo diez variedades diferentes en el jardín y de algunas me arrepiento hasta el infinito de haberlas plantado. Todo lo invaden y no hago más que podarlas. Claro que, cuando como ahora, aprieta la calor, la sensación de frescor que aportan es inigualable. Qui9zás compensen el trabajo.
miércoles, 25 de julio de 2007
Qué se puede hacer en verano en el jardín?
Disfrutarlo. Ni más ni menos. Siestas en la tumbona bajo el árbol y a la sombra. Lectura tranquila, charletas casi nocturnas al fresco, etc...Todo esto me temo que quedará para otro verano. El presente no invita más que a quedarte en casa. Así que aprovechemos el tiempo para esas faenas caseras anuales, limpieza de armarios, lámparas, despensa, pintura de paredes, se agradece el frescor.
Mis fushias floreciendo estupendamente, este tiempo, divino para ellas. No así para mi garganta, que no hay forma de quitarme el resfriado. Será cosa de la edad? Yo antes ni uno, y ahora crónicos.
lunes, 2 de julio de 2007
viernes, 22 de junio de 2007
domingo, 17 de junio de 2007
Rosas y más rosas
16 de Junio y lleva todo el día lloviendo. Lloviendo de invernizo, nada de tormentas como las pasadas semanas. Me faltaba por conocer un junio lluvioso y aquí está, para que un día se lo pueda contar a mis nietos. Lo siento por la cantidad de gente que tiene todo el forraje y la hierba segados. Quienes han empacado aún se salvan, aunque yo en su lugar estaría comiéndome por dentro. Nosotros tenemos encerrado todo lo segado en la nave. Queda por segar la hierba, habrá que esperar a que el tiempo se normalice.
Y en mi jardín lo siento por las rosas, que están en su apogeo, incluso los híbridos de té, que normalmente florecen más en Septiembre que en primavera. De hecho es el primer año que están tan esplendorosas. El agua de hoy las habrá fastidiado. Cuando llegan estas fechas me arrepiento de no tener plantados más rosales. Claro que cuando es la fecha de podarlos pienso que son suficientes. Lo que tengo claro es que si no existieran rosas habría que inventarlas, si inventar flores se pudiera! Porque las hay para todos los gustos y personas. Cada cual puede elegir la que más se adapte a su personalidad y temperamento. Los híbridos de té tienen flores hermosas, casi perfectas, pero me resultan frías, la personificación de la altivez. Las rosas antiguas, y las inglesas, resultan aristocráticas, parecen cercanas, pero te acercas a ellas con reverencia. Las silvestres de flores simples encarnan como ninguna la candidez infantil, son sencillas pero no menos hermosas.
A mí me encantan las rosas amarillas. Son la personificación del atrevimiento, y de la contradicción, cómo se puede ser rosa y no tener ni mota de ese color? Tengo grabado el recuerdo de un rosal amarillo que había en el jardín de la casa de una amiga de la infancia. No sé si seguirá allí. Pero en Ledesma hay uno, junto a una casa no habitada desde hace tiempo, de flores pequeñas agrupadas en racimos, cuya sola visión me impresiona.
Hace dos años arranqué unos tallos con raíz y los tengo en mi jardín. Los rosales más hermosos que conozco no suelen estar a la venta en los viveros, así que hay que aprovechar cuando se puede para coger unos tallos. Otro de los rosales más bonitos que tengo está ahí por casualidad. Planté un trepador Krysler Imperial, y al segundo año, un caballo, Nube, entró en mi jardín y no sólo se lo comió, además lo arrancó. Pero justo al año siguiente en el mismo sitio creció un rosal que nada tenía que ver con el anterior. He supuesto que quedaron raíces del Krysler, pero lógicamente del patrón sobre el que estaba injertado, y éste es el que ha crecido, pero tiene unas flores dobles, de un rosa muy tenue pero de un perfume exquisito, que han conseguido que le perdone a Nube el desaguisado que me montó. Es lo bonito de un jardín, que cada planta tiene su historia.
viernes, 15 de junio de 2007
Están las rosas en pleno apogeo
Éstas son de mi jardín, aunque la blanca es silvestre, rosa canina. La otra, seguramente una especie, la cogí en el jardín abandonado de la abadía de Sieste, en Boltaña, Pirineo Aragonés. Tiene un olor increíble, y aunque la flor no dura más allá de un día merece la pena tenerla. Me trae recuerdos de cuando era pequeña y jugábamos al escondite en la cortina de Maestre, colindante a la casa de mi abuela, en Villoria, había un montón de rosales como éste, tengo su olor grabado en mi memoria. No soy la única, hasta mi madre me ha pedido que la coja unas plantas y se las lleve a su jardín.
martes, 12 de junio de 2007
La venganza de las zarzas
A medida que he ampliado mi jardín he tenido que luchar contra las zarzas que todo lo invaden y que me rodean por todas partes. Al principio las arrancaba de raíz, lo que supone un gran esfuerzo, por el agujero tan enorme que hay que hacer, ya que en cuanto dejas una pequeña raíz, al cabo del tiempo vuelven a brotar. Cansada de tanto esfuerzo ahora me limito a segarlas y en los nuevos brotes, herbiciada de contacto, operación que hay que repetir numerosas veces hasta que crees que mueren, lo cual aún está por ver. No es que me guste mucho, pero es más cómodo. Es una lucha a muerte la que mantengo con las zarzas. Y mira que están buenas las moras en Septiembre, y no digamos la mermelada de mora! Es la única de las mermeladas que hago que gusta a todos, bueno la de castaña también. Pero no importa, cada cual tiene su sitio, y en mi jardín no lo hay para las zarzamoras. Hasta ahora he conseguido mantenerlas a raya, pero este año no sé si me ganarán la partida. Han tenido como aliados a los numerosos pájaros que anidan en mi jardín y a los que les gusta tanto las moras como a mí, de tal forma que no debe haber ni un céntimetro cuadrado que no contenga una diminuta semilla de zarza. El final de primavera lluvioso que hemos tenido las ha hecho germinar, y en estos momentos sufro la mayor invasión de zarzas que uno pueda imaginar. Llevo días intentando arrancarlas todas antes de que crezcan y se agarren a la tierra y sobre todo antes de que me vea obligada a regar con el goteo. Porque sin humedad morirían enseguida, pero con el magnífico riego que he montado, puedo tener montada, en realidad, una catástrofe.
Vamos, que si mañana me voy de viaje y vuelvo un año después, no encuentro ni casa, devorada por las zarzas!
Vamos, que si mañana me voy de viaje y vuelvo un año después, no encuentro ni casa, devorada por las zarzas!
martes, 22 de mayo de 2007
Más flores de encinas, antes de nada
jueves, 17 de mayo de 2007
La lagarta ataca de nuevo
El año pasado tuvimos un gran ataque de lagarta en las encinas. La plaga fue de Malacasoma Neustria. Hace 25 años hubo una similar. Para combatirla nos unimos un montón de propietarios de la comarca y contratamos una avioneta para fumigar. Mi amiga Marisa, de Muchachos, y yo coordinamos los trabajos. Se fumigaron algo más de 12.000 Has de monte en la comarca de Ledesma. La mayoría volveremos a fumigar este año, y algunos más que se nos han unido, y es posible que superemos la superficie del año pasado. Yo no sabía nada de lagarta, ahora no es que sea una experta pero he aprendido un montón. Por ejemplo, que lo que llamamos vulgarmente lagarta se corresponde con tres tipos diferentes de orugas, Lymantria Dispar, Malacasoma Meustria y Tortrix Viridana. Malacasoma Neustria pone los huevos en la misma encina, formando un anillo alrededor de las ramitas pequeñas. Cuando avivan forman un ovillo de seda donde permanecen durante el día formando como pelotas, saliendo por la noche para comer y volviendo al nido. Tienen cinco mudas a lo largo de cinco semanas, hasta alcancar un tamaño de alrededor de cinco cms, y a partir de ese momento dejan de ser gregarias, abandonan el nido y se reparten por toda la encina, momento en el que hacen más daño, comiéndose todos los brotes tiernos.
La fumigación del año pasado fue todo un éxito en cuanto a resultados. La prueba es que este año apenas se ven nidos, y con muy pocas orugas. De todas formas este año las encinas han brotado con mucho retraso, lo que está provocando un avivamiento más tardío. El año pasado empezamos a fumigar el día doce de Mayo y este año calculo que hasta finales de la semana que viene no empezaremos, como muy pronto.
No me puedo privar de comentar lo publicado por La Gaceta hace unos días. Dice el periódico que según los técnicos de Asfosa la lagarta ahora está en el suelo, formando telas de araña, para después subir a las encinas, formar las bolas y comerse los brotes. Así que para determinar el alcance de la plaga de este año están mirando el suelo y no las encinas. Resulta increíble. Cómo pueden ser tan ignorantes? Las orugas que están en la hierba no tienen nada que ver con la lagarta de la encina. Son orugas específicas de la hierba y se alimentan de ésta. Y para el que tenga dudas no hay más que comparar unas con otras. Hace dos meses que llevo yo viendo las orugas de la hierba. Salen enseguida, a los primeros días de calor de Marzo. Cuando salió la noticia en La Gaceta recojí algunas de estas orugas y las metí en un frasco. Hoy he cogido unas orugas de Malacasoma Neustria. Las fotos de arriba son de las orugas de la hierba, y los huevos son de Malacasoma. Realizadas en Moscosa.
Pensaría de verdad que es ignorancia si no fuera porque hay dinero de por medio. Me niego a creer que un técnico forestal cometa un error de ese calibre. No será que Asfosa teme no tener que fumigar este año ni una Ha y está metiendo miedo en el cuerpo a incautos, mostrándoles orugas por doquier? Peor para ellos. Pues podrían empezar a fumigar ya, total, mejor sería matar las orugas en el suelo antes de que subieran a las encinas, digo yo!
lunes, 14 de mayo de 2007
Encina en flor, o la flor de la encina
sábado, 5 de mayo de 2007
Preparando las siestas en el jardín
Según el dicho, a quien madruga Dios le ayuda, a mí me ha pasado por agua. Como hizo tan bueno saqué ya mis sillas y mesa al jardín. La hamaca y la tumbona me pareció precipitado. Y tanto. Antesdeayer descargó una de las tormentas más impresionantes que yo haya conocido en esta tierra. Me recordó a las tormentas de Alicante, aquello sí que es caer agua! Menos mal que duró poco tiempo, pero tuve que achicar agua en el porche trasero de mi casa, porque venía racheada y se colaba por todas partes. Después ha vuelto a llover bastante pero me ha dado pereza volver a guardar las sillas. Son de mimbre, de Villoruela, y el agua les sienta fatal. Tengo que volver a barnizarlas si no quiero que se estropeen. Es un trabajo de invierno, pero me da mucha pereza y siempre acabo haciéndolo cuando las devuelvo al jardín. Solo que este año se me han mojado de lo lindo y sin apenas estreno, que me senté únicamente una tarde en ellas para escuchar el canto de un ruiseñor.
Y para qué hablar de las fushias que saqué al porche! Cuando empezó a descargar la tormenta retiré algunas, las más expuestas, y aún así la piedrá que cayó, que tampoco fue mucha, me ha roto un montón de hojas, las ha pelao! Eso me pasa por impaciente. Debería haber esperado diez o quince días más. Aunque nunca se sabe. Recuerdo un año que nevó a finales de mayo, con las cebadas todas espigadas, fue una pena. No me extrañaría que este año sucediera algo similar. Espero que esta semana que viene, si calienta, se me recuperen.
viernes, 4 de mayo de 2007
El gran arce que preside mi jardín
Lo plantó el padre de mi marido en la década de los sesenta junto a otros más, éste es el sobreviviente. En realidad son dos ejemplares, aunque vistos así parecen uno sólo. Y la verdad es que uno es enorme y el otro muy pequeño aunque tengan la misma edad. Es un Acer Negundo o eso creo. Hace ocho años lo podé porque estaba muy reviejo y pegó un estirón impresionante, no sé que altura alcanza pero se ve desde toda la finca. En verano, bajo su sombra dormimos la siesta, con manta ligera encima, pues hasta en los días de calor agobiante, en esos de 40 grados al mediodía, bajo su copa refresca tanto que después de diez minutas necesitas el sol. Es el rey de mi jardín. Se toma tan en serio su reinado que en verano me inunda de hijos todo. Me nacen por todas partes y tengo que arrancarlos. Un par de ellos los he tenido en tiestos dos años y después los he replantado en una ampliación del jardín. Veremos cuanto tardan en hacerse como el padre. Los veré yo o mis nietas?
domingo, 29 de abril de 2007
Un jardín lleno de plantas silvestres
Tengo mi jardín lleno de plantas silvestres. Las recojo allá donde voy. Cuando salimos de viaje voy cargada de tierra vegetal, recipientes de plásticos y pequeñas herramientas de jardinería. Cuando volvemos el coche parece un jardín ambulante. Anuales, vivaces, arbustos y árboles recién nacidos, todo me seduce. Que nadie piense mal, nada de plantas en peligro de extinción o similares. Recojo ejemplares recién nacidos de semillas, y casi siempre de las cunetas de las carreteras o de lugares donde sé que no van a prosperar. Del Pirineo oscense tengo multitud, no en vano viví en Aínsa cinco años y lo conozco bien: un fresno que ya tiene diez años recogido, recién nacido de semilla, en Saravillo, al lado de la carretera, está hermoso a la entrada de las casas; un durillo, también hace diez años, recogido al lado del Ara, arrastrado por el agua, en Jánovas; cinco ejemplares de boj, uno de ellos es un ejemplar que tendrá ni se sabe la de años, su tronco lo delata. Lo recojí en la carretera de Aínsa a Francia, pasado el último puente sobre el Cinca que hay antes de Bielsa, era la primavera del 97, había llovido mucho y había un desprendimiento de tierra sobre parte de la carretera y cuneta, y en él un enorme boj. Intenté cogerlo pero pesaba demasiado y no podía ni moverlo. Al día siguiente volví cargada de utensilios para llevármelo como fuera. Allí seguía. Lo podé enterito y como pude con una zuela lo desprendí de la tierra, cortando raíces, y lo cargué en un saco. No parecía ni su sombra. Ya en casa lo planté en una maceta, en la más grande que tenía, a pesar de la poda seguía teniendo buen cepellón. En verano nos trasladamos a Moscosa y para acá vino. Se le cayeron las pocas hojas que le había dejado y mi marido se reía de mí: “- solo a ti se te ocurren estas cosas”. Yo seguía regando y comprobando que la madera no estaba seca y dos años después, bendita paciencia, empezó a brotar. Hoy está plantado en el jardín y podado en forma de bola y es una de mis mayores satisfaciones; Sobre una verja crece una clematis vitalba que en verano se llena de florecillas de color crema. El eléboro fétido nace por todas partes. Un par de matas de rusco, un aligustre, y un largo etc.
De Asturias y Galicia también han venido algunas plantas, helechos, laureles, cuatro castaños que aún están en tiestos esperando su lugar definitivo, hortensias y una fushia de un jardín abandonado. Los laureles, veinte ejemplares, cogidos recién nacidos de semillas, proceden de un bosque gallego que se quemó al día siguiente de mi paso por allí, - que conste que yo no tengo nada que ver en ello- este verano pasado, cerca de Camariñas, en O Ponte, para más exactitud. También tengo un roble en un tiesto, cogido en el mismo sitio.
De aquí, de Moscosa, también hay algunas plantas en el jardín, por supuesto encinas que han nacido de bellotas sembradas, un alcornoque que aún tengo en tiesto, una madreselva, hermosas peonías, unos helechos, un fresno, un sauce y un saúco, los tres cogidos de la orilla del pantano, y un espino.
Con razón digo que mi jardín está asilvestrado, y no sólo por la forma!.
De Asturias y Galicia también han venido algunas plantas, helechos, laureles, cuatro castaños que aún están en tiestos esperando su lugar definitivo, hortensias y una fushia de un jardín abandonado. Los laureles, veinte ejemplares, cogidos recién nacidos de semillas, proceden de un bosque gallego que se quemó al día siguiente de mi paso por allí, - que conste que yo no tengo nada que ver en ello- este verano pasado, cerca de Camariñas, en O Ponte, para más exactitud. También tengo un roble en un tiesto, cogido en el mismo sitio.
De aquí, de Moscosa, también hay algunas plantas en el jardín, por supuesto encinas que han nacido de bellotas sembradas, un alcornoque que aún tengo en tiesto, una madreselva, hermosas peonías, unos helechos, un fresno, un sauce y un saúco, los tres cogidos de la orilla del pantano, y un espino.
Con razón digo que mi jardín está asilvestrado, y no sólo por la forma!.
viernes, 20 de abril de 2007
colores por todas partes
Soy una amante del color, o mejor dicho, de los colores, de todos los colores. No entiendo la vida monocroma. Mi casa tiene las habitaciones pintadas cada una de un color distinto. Los colores son alegría, vitalidad, optimismo, bastantes problemas tiene uno para encima pintarlos de negro.
Debe de ser este el motivo por el que disfruto tanto en primavera. Cúantas tonalidades de verdes!! Ni los muestrarios de DMC logran superar a la naturaleza. ¿Y las alfonbras de color con las que se viste el campo? Ahora, ya, las flores de la mostaza tiñen los eriales de amarillo limón. Las escobas blancas, de un blanco cremoso, están también en su apogeo. Dentro de unos días darán paso al oscuro violeta de la borraja. Después florecerán las escobas amarillas, y parecerá que trozos de sol se han caído al suelo, a veces hasta mirarlas hace daño a los ojos; se mezclarán con los suaves violetas del cantueso y el blanco inmaculado de las jarillas. Y un poco más tarde el campo se volverá casi multicolor, con la hierba de los prados aún verde pero ya espigada, los eriales llenos de florecillas de todos los colores, pero resaltando los rosas, en fin, una gran sinfonía. La primavera en la dehesa es así, espectacular, contiene todas las esencias concentradas. En otros paisajes las transiciones de las estaciones son pausadas, sin brusquedades. Aquí no, pasamos del manto del invierno a la primavera como por arte de magia, en cuestión de días. Las floraciones son rápidas, el campo tiene prisa por hacerlo todo enseguido no venga la calor y lo fastidie, lo que sucede con harta frecuencia.
Cuando viví en el Pirineo oscense prefería el otoño. Ojear el bosque en otoño, desde una collada, es uno de los mayores placeres visuales que puedan tenerse. Aunque no sea comparable, las encinas en flor, en un buen año de floración, se le aproxima. No hay dos encinas que tengan la flor del mismo color, desde el amarillo limón hasta el ocre, toda una gama de colores. Resulta fantástico. Esperemos que este año lo podamos disfrutar.
Debe de ser este el motivo por el que disfruto tanto en primavera. Cúantas tonalidades de verdes!! Ni los muestrarios de DMC logran superar a la naturaleza. ¿Y las alfonbras de color con las que se viste el campo? Ahora, ya, las flores de la mostaza tiñen los eriales de amarillo limón. Las escobas blancas, de un blanco cremoso, están también en su apogeo. Dentro de unos días darán paso al oscuro violeta de la borraja. Después florecerán las escobas amarillas, y parecerá que trozos de sol se han caído al suelo, a veces hasta mirarlas hace daño a los ojos; se mezclarán con los suaves violetas del cantueso y el blanco inmaculado de las jarillas. Y un poco más tarde el campo se volverá casi multicolor, con la hierba de los prados aún verde pero ya espigada, los eriales llenos de florecillas de todos los colores, pero resaltando los rosas, en fin, una gran sinfonía. La primavera en la dehesa es así, espectacular, contiene todas las esencias concentradas. En otros paisajes las transiciones de las estaciones son pausadas, sin brusquedades. Aquí no, pasamos del manto del invierno a la primavera como por arte de magia, en cuestión de días. Las floraciones son rápidas, el campo tiene prisa por hacerlo todo enseguido no venga la calor y lo fastidie, lo que sucede con harta frecuencia.
Cuando viví en el Pirineo oscense prefería el otoño. Ojear el bosque en otoño, desde una collada, es uno de los mayores placeres visuales que puedan tenerse. Aunque no sea comparable, las encinas en flor, en un buen año de floración, se le aproxima. No hay dos encinas que tengan la flor del mismo color, desde el amarillo limón hasta el ocre, toda una gama de colores. Resulta fantástico. Esperemos que este año lo podamos disfrutar.
martes, 17 de abril de 2007
La primavera está encima
Después de la tormenta que cayó el miércoles de la semana pasada el campo ha explotado de golpe. La temperatura no baja de 7 grados por la noche y por el día luce un sol magnífico, después de amaneceres entre nieblas que se despejan pronto. Alguna nube de vez en cuando y por las tardes tormenta, con rayos y truenos, aunque sólo hoy ha caído algo de agua. Le ha venido bien, que el suelo ya se había secado. El jardín está soberbio. Apetece sentarse bajo el arce y comtemplar las flores que asoman ya por todas partes. El magnolio se ha recuperado de los hielos y aún conserva las grandes flores violetas que destacan entre el mar de florecillas amarillo-anaranjadas de la kerria. Ya he segado el césped dos veces y la sensación de pulcritud es enorme. En cuanto la hierba crece un poco me entra desasosiego, debe ser porque mi jardín ya es de por sí muy asilvestrado, y con el césped bien segado aparenta una formalidad de la que carece. Los narcisos más tardíos están en plena floración, cada año me gusta más esta flor, alegran todos los rincones y no piden nada. Mezclados con las anémonas en las jardineras hacen una buena combinación. Plantaré más en otoño.
Las fushias están llenas de brotes, he sacado alguna ya al exterior, las más resistentes, las demás aún no me atrevo, no venga alguna helada tardía!. Tengo dos ejemplares llenos de flores, cada día me gustan más!!!!! Qué pena no tener sitio para tener más variedades!
Las fushias están llenas de brotes, he sacado alguna ya al exterior, las más resistentes, las demás aún no me atrevo, no venga alguna helada tardía!. Tengo dos ejemplares llenos de flores, cada día me gustan más!!!!! Qué pena no tener sitio para tener más variedades!
jueves, 5 de abril de 2007
Tareas pendientes
Tareas pendientes por todas partes, y con este tiempo, ni ganas.
Tengo el jardín pendiente de hacer mis deberes: 1.- El césped necesita una siega con urgencia. Hay zonas donde me va a costar dada la altura que tiene.
2.- Tengo que podar algunos arbustos, que con el buen tiempo habían brotado y ya han perdido la forma.
3.- Las malas hierbas, haberlas hailas por todas partes.
4.- Este año hay que acabar con las zarceras que me acechan por los alrededores. No me gusta usar herbicidas, pero creo que no me va a quedar más remedio. De momento uno de contacto, a ver qué tal va. Si no las mata, que no me extrañaría, porque hay que ver lo resistentes que son! tendré que usar un sistémico más adelante. Ayer estuve en el cementerio y ya se ha vuelto a llenar de ellas, y como me descuide no se podrá ni entrar. Y a propósito del cementerio, tengo que plantearme seriamente adecentarlo por dentro con arbustos. El problema es encontrar las plantas adecuadas, o sea, que aguanten los veranos sin gota de agua, porque me queda lejos de casa para poder regar. El primer año no me importaría llevar garrafas de agua, pero después, lo dicho, ni gota.
5.- Tengo un montón de árboles y arbustos en tiestos, la mayoría nacidos de semillas. Tengo que plantarlos este año sin falta, los tres nogales no aguantan más. Pero, dónde?
No es que no tenga sitio, que eso me sobra, afortunada de mí, lo que no tengo es agua, o mejor dicho, conducción de agua. El año pasado monté riego por goteo en el jardín ya establecido, y esto me permite ahorrar del preciado líquido y seguir ampliando el jardín, ampliando las conducciones, pero hasta dónde podré llegar sin que pierda presión?
Lo que tampoco tengo son buenas cercas para impedir que el ganado me coma lo que plante, y ya estoy harta de árboles comidos por las vacas al menor descuido. O sin descuido, porque la vaca “la última” ha aprendido a saltarse la cerca de mi jardín y ya no puedo con ella.
6.- Mejor no hablar de todo lo que tengo que hacer con las fushias, es capítulo aparte.
7.- Y ya me puedo dar maña con las semillas. Tengo que prepararlo todo ya.
Pero con este frío que hace, quién tiene ganas de hacer nada? Lo malo, es que dos días sin frío y todo se desbordará. Y encima la semana que viene tenemos saneamiento ganadero, semana en blanco para el jardín.
Tengo el jardín pendiente de hacer mis deberes: 1.- El césped necesita una siega con urgencia. Hay zonas donde me va a costar dada la altura que tiene.
2.- Tengo que podar algunos arbustos, que con el buen tiempo habían brotado y ya han perdido la forma.
3.- Las malas hierbas, haberlas hailas por todas partes.
4.- Este año hay que acabar con las zarceras que me acechan por los alrededores. No me gusta usar herbicidas, pero creo que no me va a quedar más remedio. De momento uno de contacto, a ver qué tal va. Si no las mata, que no me extrañaría, porque hay que ver lo resistentes que son! tendré que usar un sistémico más adelante. Ayer estuve en el cementerio y ya se ha vuelto a llenar de ellas, y como me descuide no se podrá ni entrar. Y a propósito del cementerio, tengo que plantearme seriamente adecentarlo por dentro con arbustos. El problema es encontrar las plantas adecuadas, o sea, que aguanten los veranos sin gota de agua, porque me queda lejos de casa para poder regar. El primer año no me importaría llevar garrafas de agua, pero después, lo dicho, ni gota.
5.- Tengo un montón de árboles y arbustos en tiestos, la mayoría nacidos de semillas. Tengo que plantarlos este año sin falta, los tres nogales no aguantan más. Pero, dónde?
No es que no tenga sitio, que eso me sobra, afortunada de mí, lo que no tengo es agua, o mejor dicho, conducción de agua. El año pasado monté riego por goteo en el jardín ya establecido, y esto me permite ahorrar del preciado líquido y seguir ampliando el jardín, ampliando las conducciones, pero hasta dónde podré llegar sin que pierda presión?
Lo que tampoco tengo son buenas cercas para impedir que el ganado me coma lo que plante, y ya estoy harta de árboles comidos por las vacas al menor descuido. O sin descuido, porque la vaca “la última” ha aprendido a saltarse la cerca de mi jardín y ya no puedo con ella.
6.- Mejor no hablar de todo lo que tengo que hacer con las fushias, es capítulo aparte.
7.- Y ya me puedo dar maña con las semillas. Tengo que prepararlo todo ya.
Pero con este frío que hace, quién tiene ganas de hacer nada? Lo malo, es que dos días sin frío y todo se desbordará. Y encima la semana que viene tenemos saneamiento ganadero, semana en blanco para el jardín.
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