viernes, 31 de octubre de 2008

Más vale tarde que nunca


Por fin nos llovió. Un día de fábula, buena temperatura y agua bien caída, de invernizo, para que el suelo la aproveche toda y no se nos escape ni una gota. Hay que ver lo que suspira una por el preciado líquido en cuanto se pasa un tiempo sin llover.

El jardín se mostraba hoy rico de color. Parece que el frío de días pasados y ahora el agua, lo han teñido de rojos y amarillos. Esta mañana me quedé un buen rato ensimismada, mirando por la ventana cómo llovía. Empecé a soñar con el ajardinamiento de todo el pueblo, ya veía yo el bosquecillo en la esquina de abajo, el pinar a la izqda de la iglesia, .... Todo muy fácil si no fuera por la falta de agua en verano, por la necesidad de preveer el riego antes de plantar nada. Más aún, es la escasez de agua la que determinará las plantaciones. Un auténtico quebradero de cabeza. A mí que me encantan las plantas, la variedad de plantas, he llegado a la conclusión de que no. Unas pocas bien escogidas, resistentes, y en abundancia. Dar cuerpo al jardín con pocas especies y algún ejemplar especial. Lo del jardín inglés se queda para el norte, donde no necesitan pensar en el riego porque de él se ocupan los angelitos del cielo. Aquí hay que pensar en varias cosas fundamentales a la hora de planificar un ajardinamiento, necesidad de sombra y frescor en verano, protección contra el aire frío en invierno y ahorro de agua como sea en cualquier estación, lo que incluye aprovechar al máximo la que cae y no malgastar la poca que solemos tener.

jueves, 30 de octubre de 2008

¡Que llueva, que llueva, la virgen de la cueva..!




Y que llueva a chaparrón, con azúcar y turrón. Porque lo que es agua, aquí ni gota. Me hartaré de cantar la cancionzita, pero descuida, que no nos lloverá. Lo que son las cosas, por ahí no tan lejos inundaos, y nosotros aún suspirando por el agua. Y es que de Salamanca hacia el oeste han caído sus buenos sesenta litros en este mes que acaba, repartidos, estupendos para una buena sementera. Pero aquí ná de ná. No han pasado de quince. Lo mínimo para que naciera la "yerba".


Mis vacas, las pobres, a base de forraje de veza con avena. La alegría del verde les duró poquito, una semana. Así no habrá problemas, cuando tenga que volver a encerrarlas las semana que viene, para revacunar de lengua azul. Tiemblo. El saneamiento se saldó con una ternera de dos meses muerta a los tres días, como consecuencia de una cornada en el mueco, que le propinó una vaca. Los veterinarios la cosieron, pero inútil, se le había salido la tripa y mortal. Algo parecido me pasó hace dos años con un potro que se enganchó con una cerca. Entonces fue fulminante, no dio tiempo ni a coser.
Habrá que esperar a la primavera para contemplar imágenes como las de arriba, mis animales retozando en el verde.

Y encima de no llover, un frío!!! A toda prisa tuve que poner a resguardo mis fushias antesdeayer. Las he metido sin más en casa, ahora poco a poco iré preparándolas para el invierno. Me resisto, poque algunas están preciosas, en su mejor momento, llenas de vegetación, de flores, capullos.. Una pena. En el patio el termómetro solo bajó a cero grados, pero mejor prevenir que curar.

sábado, 18 de octubre de 2008

Hiedras 2



La hiedra verde es silvestre, recogida en el Pirineo hace años y perfectamente aclimatada a mi jardín. La otra es de hojas minúsculas y crece en una tinaja, desde la que inunda los alrededores.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Mosaico de hiedras





Doce variedades de hiedra tengo en mi jardín. Salvo una, todas las demás las he comprado en pryca, a lo largo de varios años. Son variedades de hoja pequeña, que plantadas en el jardín han adquirido gran tamaño, y en pleno verano aportan gran frescor. En unos casos cubren la tierra debajo de arbustos, y en otros trepan por las paredes de la casa, cubriendo toda la pared. También tengo una hiedra silvestre, traída del Pirineo Aragonés.

viernes, 10 de octubre de 2008

Dilemas otoñales


Es lo que tiene el otoño, un día te congelas, ganas te dan de encender ya la chimenea, y al día siguiente, como hoy, un calor! -no voy a decir que de agobio-, porque sales a la calle y te da una bofetada de calor que se agradece.
Aquí esperando que nos llegue algo de la gota fría levantina, para ver si los pajizos se tornan en verdes, no tanto por anhelos paisajísticos ni estéticos, más bien por necesidades más prosaicas, como que mis vaquitas coman algo más nutritivo que el henasco seco con tacos, y que además no me cueste dinero.
La semana que viene tenemos saneamiento, segunda vuelta, y por tanto, solo sangre, pero como la dicha no puede ser completa, hete aquí la vacuna de lengua azul, y tener que volver a encerrar el ganado antes de un mes. Qué hacemos con las vacas? Las dejamos donde están, que no comen ná de ná, comiendo el henasco con tacos, o las sacamos al cercado guardadito para ellas y luego no hay quien las encierre porque ya no tienen hambre?La solución la semana que viene.

jueves, 9 de octubre de 2008

Primeras flores otoñales



Son ciclámenes que planté hace años y que cada otoño surgen como de la nada. Son flores minúsculas que preceden a las hojas moteadas, aparecen en cuanto caen las primeras aguas. Fueron unos cuantos bulbos que hoy se han convertido en un montón, diseminados por todo el jardín. Se han ido extendiendo gracias a una curiosa fórmula, cuando se forman las semillas, el tallo se curva hacia abajo como formando una espiral y se clava en el suelo, enterrándolas.

Los de la foto crecen entre el tapiz de hiedra que cubre el suelo.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Llegó la lluvia, tan esperada!



Llegó la lluvia, y con ella el otoño al jardín. No es que haya caído mucho agua, unos seis o siete litros, pero suficiente para cortar el riego por goteo, que aún estaba funcionando, y para que las hojas empiecen a tomar color y a caerse. Así luce ya mi jardín.

viernes, 3 de octubre de 2008

miércoles, 1 de octubre de 2008

Los pendientes de mi jardín


Así lucen algunas de mis fushias. La de arriba, proviene del único esqueje que pude cogerle a la planta originaria. Languidecía y era presa de todas las plagas habidas y por haber. Desesperada, porque no hacía vida de ella, corté por lo sano y le cogí un esqueje, de la parte que me pareció más saludable. El resto de la plante la quemé. Y aquí está, luciendo sus galas. La flor es realmente hermosa.
La de arriba superior es una flor espectacular, por el tamaño, y sobre todo por el color de la corola, que ni es rosa ni salmón, o un poco de ambos.
La fushia de la drcha es muy pequeñita. Pasa casi desabercibida entre el follaje, es de un rosa tenue. Resulta una flor muy dulce.