El frío ya está aquí

Así, sin avisar, se nos ha metido el frío. Una ola de frío siberiana, dicen. Menos mal que sólo durará tres días, pero el caso es que nos ha pillado casi de sorpresa. Si es que estamos en invierno! Por fin podremos disfrutar, como se merece, la ropa de alpaca venida de Bolivia. Realmente es una gozada de calentita!

Y esta noche se me helarán, como está mandao, dos fushias que no había resguardado dentro de casa. Están en dos cubetas de madera de escabeche, y tienen un montón de años, florecen de maravilla, va a ser una pena. Pero es que pesan como el hierro y me cuesta mucho moverlas. Ya veremos mañana en que estado me las encuentro, a lo mejor aún puedo rescatarlas. Si es que soy una dejá.

Saneamiento

Hoy hemos tenido saneamiento ganadero. Segunda vuelta, es decir, brucelosis y vacuna de lengua azul, amén de desparasitar. Las vacas ya estaban encerradas desde ayer, fue fácil porque llevábamos días dando de comer dentro del cercadito de encierre y entraban y salían todas, fue cuestión de cerrar puertas. Así que primera fase chupao. Segunda fase, ha ido bien. El día amaneció con una niebla muy espesa que no se ha levantado y que nos ha metido el frío en el cuerpo, pero por lo demás todo ha salido bien, sin accidentes, que no sin incidentes, que no es lo mismo. Lo que es de agradecer, porque los dos últimos saneamientos se saldaron con sendos terneros muertos por cornadas, lo que no nos había ocurrido en todos los años que llevamos saneando, que son unos pocos. Y no digo nada de los saneamientos de mi veterinario, con accidentes, no de animales, sino lo que es peor, de personas. En fin, que ahora sólo queda esperar los resultados, que esperemos que también sean sin novedad. Me refiero a la brucelosis, claro, porque del tema de la lengua azul, casi que mejor ni hablar, porque si se me suelta la lengua, quiero decir los dedos en el teclado, ..... Lo único que espero es que este año las vacas respondan mejor porque si no creo que vamos apañaos. Yo ya estoy prevenida para mañana encontrarme varias vacas paridas, así, de golpe. Y más de un aborto en poco tiempo, de los que se ven, que de los que no se ven, los efectos varios meses después, cuando las vacas no paran. Y por supuesto todas las vacas cabizbajas en unos días. Mejor no seguir....
A ver como acaba todo, porque lo mismo después de ésta me jubilo, ... pero de todo!

Recordando la primavera

Algunas imágenes de esta primavera, para alegrarme la vista en fechas de escasez de flores. Y eso que las benignas temperaturas, aún no ha helado, -este año está compensando el frío del pasado invierno- está propiciando que las petunias aún estén vivas y en flor. Pero son las únicas flores que ahora mismo hay en el jardín. Así que mejor mirar las fotos.

Enredando con la enredadera, quien la desenredará

Son fotos de la clemátide que crece en mi jardín. Es una especie silvestre que me traje del Pirineo, clematis vitalva. A finales de primavera y comienzos de verano, cuando se llena de pequeñas florecillas carnosas de color crema, está espectacular. No menos en otoño cuando aquellas se transforman en las pelusas que se aprecian en la foto de abajo. Es una única planta que cubre no sé la de metros de valla, y que amenaza con comerse el abeto de Navidad que tiene al lado. Abeto que, por otra parte, también viajó desde el Pirineo. Fue el árbol de las Navidades del 96 en Aínsa, comprado en un vivero de Barbastro. Aguantó bien en el tiesto y lo planté aquí en otoño del 97, y aquí sigue, enorme, sirviendo de soporte a muñecos y demás ornamentos de Navidad. Ya estoy pensando qué le colgaré este año.

Pero volviendo a la clemátide, hay momentos en que me arrepiento de haberla traído. Porque todas esas pelusas, claro está, no son más que semillas bien preparadas para poblar hasta los rincones más insospechados de mi jardín. Me paso la vida arrancando plantas por todas partes. Si abandonara dicha tarea por algún tiempo mi casa acabaría cubierta de zarzas y clemátides, y a no mucho tardar, como en esos pueblos abandonados que conocí en el Pirineo. Ahora mismo ando enzarzada, nunca mejor dicho, arrancando todas las que han crecido este año alrededor del abeto y de los rosales y podando la planta madre que todo se lo come, reduciéndola a su justa medida.

Como decíamos ayer...

Sin pretender emular a Fray Luis de León, casi que podría empezar de nuevo con el "decíamos ayer". Será mejor obviar lo pasado hasta hoy desde el último post. Porque el verano ha sido horroroso después de una primavera igual de horrorosa, que siguió a un invierno aún más horroroso... en fin. Pero como no hay mal que cien años dure, pues aquí tenemos un final de otoño y comienzo de invierno que parecen presagiar algo bueno.... Por lo menos aún no ha helado, que no es poco. Mis vaquitas parecen recuperarse del mal trago pasado a cuenta de la vacuna de la lengua azul y sus secuelas, el campo tiene muy buen aspecto aunque poca chicha, vamos, que todo está muy verde, de un verde brillante, pero las vacas no se llevan gran cosa a la boca. Y es que las buenas temperaturas que estamos teniendo hacen que el campo tenga muy buena cara, pero nada más, porque las lluvias han llegado muy, pero que muy tarde y no ha dado tiempo a que la hierba creciera. Por algo habrá que empezar!
Clar que si pasamos al terreno económico-financiero, mejor ni hablar, ni mentar el tema! El horror sigue presente, y lo peor, no se otea en el horizonte una salida..... Este es un blog de jardinería, así que mejor reconducir el tema. Mañana seguiré con el estado de mi jardín.

Escasa primavera

Para bien poquito está dando esta primavera. Cada vez que ha llovido ha sido escasamente para matar el polvo. O para perder una apuesta, y para nada más. El trigo medio seco, las vezas secas del todo, imposibles de recuperar por mucho que lloviera a partir de hoy. En el jardín segué la hierba hace un tiempo y los nuevos cortes son para matar las malas hierbas, que esas con poco se las apañan. Y es que parece que tuviéramos un repelente de lluvias instalado aquí. La última vez que llovió -por llamarlo de alguna forma- mi marido y yo estábamos en Salamanca ciudad en el dentista. Caía agua a raudales. Volvíamos a casa todo contentos pensando en los charcos que nos íbamos a encontrar, pero lo que nos encontramos fue un chasco. Cuatro gotas y gracias. Hoy nos ha pasado algo parecido. Volvíamos de Valladolid, allí se caía una tormenta de agua estupenda, todo el camino lloviendo, en Salamanca cerrado, negro y diluviando, pero a medida que nos acercábamos a Moscosa, el cielo aclarando, el agua en disminución y aquí cayendo un agüilla! como sin ganas, vamos. Qué desesperación. Ni ganas tiene una de salir a la puerta del jardín. Ni que nos hubieran echado mal de ojo!

Y la verdad es que ya el agua no nos salva de la quema, porque los altos están todos espigados, ya no darán nada por mucho agua que les cayera, pero al menos los prados podrían dar aún alguna yerbita para mis vaquitas. Las pobres, tras el desparasitado de hace unos días, se están recuperando del penoso invierno que hemos sufrido. Ignacio quería ir a ver el trigo, pero francamente, ojos que no ven, ..... corazón que no siente.

Ya es Primavera en ..... Moscosa

Pues sí, en Moscosa la primavera no empieza el 21 de Marzo, sino cuando mis vacas entran a comer el centeno verde, lo cual no suele ocurrir antes de la primera quincena de Abril. Este año aún más tarde, el 19, para ser más exactos. Y es que la sequía, apenas ha llovido, y las heladas anteriores a Semana Santa después, han retrasado mucho los cultivos, y por tanto el centeno para verde, o herrén, ha tardado en ponerse. Y a decir verdad no va a dar muchas alegrías a las vacas, está ralo, con poca altura y espigando de un día para otro. Como este fin de semana que viene, los pronósticos dan lluvia, no caiga agua de verdad, haremos la primavera en cuatro días. Los altos ya no darán nada, y los valles, que dan la hierba a finales de mayo y junio, necesitan agua a raudales para empezar a tirar. Vamos apañaos, me veo dando de comer a las vacas en verano! En fin, de momento las vaquitas disfrutan del herrén. Y que no se enteren que el viernes toca encerrona...que lo mismo salen corriendo.

Más lista que el hambre

La Capitana comiéndole el pienso a Campero. Es la única vaca que se atreve, y ya se ve cómo lo consigue. Su técnica es de lo más depurada, se arrodilla y mete la cabeza por debajo de la del toro, alargando la lengua hasta el pienso. Así está ella de frescachona!

Mi carro, me lo robaron, anoche, cuando dormía...

Eso dice la canción. Pero no, no me lo han robado, está en mi jardín. Lo compré hace unos años, a un ganadero que se jubilaba, y que aún lo utilizaba para sacar el estiércol de un corral. Tenía también unos bueyes, de los pocos que en estos tiempos deben quedar. Creo que se los compró la Diputación de Zamora.
Pero yo me traje el carro a mi casa, que siempre tuve muchas ganas de tener uno, no es que esté en muy buen estado , pero es lo que había.

Centenaria

No sé cuantos años tendrá, unos pocos seguro. Es la más grande de Moscosa, la encina con mayor perímetro. Tiene también una gran copa, aunque le falta una rama. El tronco está hueco, en la foto no se aprecia porque queda en la parte posterior. No es la más hermosa de las encinas pero bien merece mi pequeño reconocimiento.

De nuevo, la primavera

Después de un duro invierno, como pocos en el recuerdo, un par de semanas de días de calor y la primavera estalla por todas partes. Estos son narcisos silvestres, pequeñitos, crecen entre piedras, y alegran los últimos días del invierno.

El magnolio, es el primer año que, estando en flor, no llueve, y luce así de hermoso. Aunque las flores un poco chamuscadas por el frío nocturno, es que no hay dicha completa!

Bonito de verdad