Después de una fresca semana disfrutamos de unos días en los que ha vuelto el calor, es el veranillo de San Miguel. Así que las abejitas andan como locas aprovechando las pocas flores que aún quedan, como en la imagen de arriba, en las flores de una hiedra. El jardín empieza a llenarse de bayas, las del durillo son las negras de arriba.
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