sábado, 29 de diciembre de 2007

Año nuevo, semillas nuevas

Lo bueno de que mi hijo esté en Argentina es que me podrá mandar semillas de plantas nuevas desconocidas. Por lo pronto de Caldén. Un gran árbol del mismo género que el algarrobo que creo no tendrá problemas aquí. Un árbol del que desconocía su existencia hasta ahora. Es un endemismo argentino. Por lo visto es un emblema de La Pampa, ocupando grandes superficies de terreno, "el caldenal", creciendo asociado a otros árboles, sobre todo a otra especie de algarrobo pero siempre éstos de forma secundaria. El caldenal debe ser algo sí como el equivalente a la dehesa de encinas del oeste español. El porte del caldén es además similar al de la encina.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Un invierno más



Un invierno más para mis fushias, al abrigo de las bajas temperaturas, que este año se están prodigando de lo lindo. Rara es la noche que no rondamos los siete grados bajo cero. Me resistí lo que pude, y alguna ligera helada han soportado, y es que siempre me pasa lo mismo, cuando llegan los fríos muchas aún están en plena floración y me da mucha pena tener que meterlas a resguardo y no poder disfrutar de sus flores. Algunas ya las he podado y he cogido esquejes. En los próximos días estarán todas ya preparadas para el parón invernal. He optado por una poda semidrástica y supresión de todas las hojas. ¡Fuera plagas! Creo que es la mejor opción. Al inicio de la primavera un buen trasplante y como nuevas! De momento a reposar.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Tapizando el suelo


Hace años me traje una mata de fresas silvestres de Asturias, y aquí están, tapizando una parte del suelo de mi jardín. Se han extendido como la espuma, y más que lo van a hacer a partir de ahora, porque visto el éxito las he trasplantado a otras zonas. Son muy útiles, pues evitan que nazcan malas hierbas, son decorativas, y encima se comen. Son deliciosas. Se deshacen en la boca y tienen un aroma inigualable. Huelen a fresas de verdad, no a las de Huelva. Este verano hasta hice mermelada con ellas, cuatro tarritos que ya han volado, claro.