Mi sino es escribir en este blog de un año para otro, y eso porque el otro día me recordaron que lo tenía.... No es que se me hubiera olvidado, pero la verdad es que dispongo de poco tiempo para escribir, y al jardín tampoco le dedico mucho, la verdad. Un poco asilvestrado, ............... crece demasiado! Con lo que suspiraba yo hace años por verlo así. Lo he ampliado un poco, menos de lo que pensaba, porque aquí el factor limitante es siempre el agua en verano. Si no está garantizado el riego mejor no plantar! No hay nada que sobreviva a un tórrido y largo verano castellano. Así que después de la experiencia de ver morir un montón de plantas por falta de agua, ya no planto nada antes de haber instalado el riego por goteo que me garantice su supervivencia. Esto del goteo es una moneda de doble cara. Ahorra mucho tiempo, porque regar con la manguera era un coñazo y llevaba su tiempo, amén de disciplina diaria, pero tenía la ventaja de que cada planta recibía su precisa ración hídrica, claro que dos días sin regar y adiós.. Con el goteo te olvidas de todo, hasta de que lo tienes, y así pasa que a veces se rompe una manguera, más bien la muerden los perros, y el agua se te escapa y tardas días en enterarte! Y cómo crece todo, demasiado..Y aunque el goteo es muy simple exige su mantenimiento, hay que repasar todas las uniones, que a veces se sueltan y se va el agua, a veces se tupen los orificios, y hay que sustituir algunos tramos, o se doblan las tuberías y no pasa el agua,.... en fin trabajitos de vez en cuando. Este verano, mi hija y mi yerno se enfrascaron en montar un cacho huerto, cavaron, plantaron y como viven en Valladolid, pues el riego lo dejaron para mí. Así que monté el goteo, que no estaba yo para dar manguerazos todos los días, y hay que ver cómo crecieron las verduras, como por arte de magia. Nunca en tan poco tiempo habíamos tenido lechugas tan fermosas, ni tomates tan coloraos, ni tan grandes calabacines, ni berenjenas tan abundantes, que nos hemos puesto moraos, poca variedad, es verdad, porque se plantó tarde, y no hubo tiempo para más, pero imposible tener mejor resultado. Aún quedan cuatro coliflores que habrá que recolectar. Seguro que volvemos a repetir este año.
Prometo que si consigo una cámara haré fotos del pequeño huerto y aquí vendrán. Sí, ya, yo no tengo ifon o como se escriba, Mi móvil es muy cutre. Aquí en el campo en el móvil no puedes tener conexión a internet porque no va ni me sirve pa ná, ya tengo el ordenador, así que las fotos tengo que hacerlas con cámara, y no tengo. Me compré una normalita, o sea baratita, y al día siguiente, con el entusiasmo por hacer fotos me la cargué. Pues sí, la metí en el bolso de mi chaqueta, me senté en una piedra y adiós pantalla, se rajó. La cámara hace fotos, funciona, ero como no ves lo que haces, pues es una lata Y como estas cosas cuestan más arreglarlas que comprar una nueva, pues de nuevo sin cámara.